Hola!
Últimamente son cada vez más las personas que se han volcado al mundo espiritual, lo cual me parece fantástico. Eso significa que cada quien irá encontrando su camino de evolución y aprendizaje por sí solo.
El problema es que hay gente que piensa que por estar 3 pasos “más adelante” en ese proceso de aprendizaje, tiene el derecho de juzgar el camino del otro que aún no ha llegado a eso… o sino quien no le interesa nada de esto, apunta con el dedo a quien sí lo hace.
Mucho se dice que quien fuma, quien toma alcohol, quien come carne, quien escucha algún tipo de música X, quien no sabe hacer poses de yoga, esos ‘no son espirituales’. Mientras que quienes supuestamente se dicen serlo, juzgan a quienes hacen estas cosas. Lo mismo a la inversa, con el plus de que quien se dice ser Espiritual: ¡que no vaya a tener dinero! Porque eso no se puede…
Al final es un juicio de todos contra todos. Nadie puede vivir su vida en paz.
Esto lo veo a diario y más ahora con este auge de redes sociales, donde las personas se ven en el derecho de criticar sin piedad al otro, a meterse en la vida del otro.
Creo que se ha desvirtuado el concepto de lo que significa practicar la espiritualidad. No es ser perfecto, es fluir con lo que hay, es no meterse en la vida ajena, es intentar mejorar cada día aceptando los desafíos y aprendizajes que su alma vino a experimentar.
Hemos grabado un video donde hablo más sobre esto.
¡Dale play y miralo!
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